Vamos por partes: En primer lugar, agradecer a todos los alumnos y alumnas del Ceip San Mateo, profesorado y AMPA por su apoyo incondicional para la realización del cortometraje "Quiénes son los locos", gracias al cual pudimos financiar parte de este proyecto. Gracias a esta película realizada por nuestros alumnos y alumnas, los niños y niñas del orfanato Mt Zion pueden dormir en literas, con colchones nuevos, sábanas, y en habitaciones limpias y recién pintadas.
Fue un trabajo de equipo, donde tod@s trabajamos en la mejora del recinto, pintamos las paredes, cementamos el suelo, compramos literas, colchones, sábanas; y aprovechamos este trabajo para ir creando una cultura de higiene y cuidado importante para el mantenimiento del orfanato. Para estos niños y niñas era un auténtico placer realizar los trabajos de limpieza, de pintura, de aseo... y al final, el resultado fue maravilloso.
Además de todo esto, aprovechamos el viaje para llevar ropa, juguetes, medicamentos...
E hicimos de almorzar varios días, pollo con espaguetis, estofado de ternera, de postre helado, chocolate (¡y el gusto de probarlo por primera vez!)... Almorzamos juntos y disfrutamos, además de la comida, de ver sus caras disfrutando al comer alimentos que, generalemnte, no están a su alcance...
Cada tarde, nos dejaban participar de sus clases de baile, ¡toda una experiencia!
Y, como no, jugamos, reimos, vivimos, soñamos...
Para mí, este proyecto ha sido un precioso regalo. Tengo que dar las gracias a todas las personas que lo han hecho posible, a mis compañeras de viaje, verdaderos ángeles: Mati, Mónica y Lucina, por tanto corazón, energía, trabajo y sabiduría que han aportado a este trabajo. A mis alumn@s que creyeron desde el principio en el proyecto "Quiénes son los locos" y que gracias a parte de lo recaudado hayamos podido invertirlo en la mejora de la vida de estos niños y niñas que tanto lo necesitan. Realizar este tipo de proyectos no es fácil, hay resistencias a las que también tengo que agradecer su posición, por hacernos más fuertes y poder aprender aún más de la experiencia. Y sobre todo, a los niños y niñas del orfanato Mt Zion en Kampala, no hicieron falta más de cinco minutos al llegar para entender que todo el esfuerzo por estar allí merecía la pena. Las camas, las literas, sábanas, colchones, etc, para ellos tiene una importancia relativa, lo que realmente les importa es que estés allí, con ellos, tener la posibilidad de darte un abrazo, de demostrarte cariño... ¡qué bello es el ser humano!, estos niños y niñas me lo demuestran cada vez que voy... si no me crees, apúntate al próximo viaje y ven, comprobarás que hay cosas en la vida que merecen la pena ser vividas, como por ejemplo, conmocer a cada uno de los niños y niñas de este orfanato.
